Estos programas contemplan prácticas que devuelven plantas o animales al hábitat la que alguna vez pertenecieron pero del cual, por una u otra razón fueron retirados. Entre la razón principal es el peligro de extinción, como sucede en muchos animales que viven en el desierto.
Uno de los primero experimentos en esta dirección, fue realizado a finales de la década de 1960, en África, donde las empresas madereras habían afectado seriamente el hábitat de diversas especies animales y vegetales. Las sociedades zoológicas europeas y americanas decidieron entonces capturar a los animales afectados, con la intención de devolverlos luego a sus lugares de origen. Si bien, este tipo de proyectos rebosan de buenas intenciones, los riesgos que acarrean son tan altos que cada decisión debe tomarse concienzudamente y adoptando todas las precauciones posibles.
Hay tres problemas que básicamente, puede presentar un animal cuando es devuelto a su hábitat luego de haber permanecido en cautiverio: la inadaptabilidad de los especímenes, la aparición de enfermedades desconocidos y el rechazo del hábitat al animal. Por eso lo intentos de reintroducir especies deben contar con un estricto sistema de control y monitoreo del animal.