sábado, agosto 07, 2021

Paradoja experimento gato Schrodinger


Paradoja experimento gato Schrodinger


La historia transcurre cuando el físico austríaco desarrolla su famosa ecuación, que para entenderla debemos recordar que todas las cosas materiales se componen por átomos compuestos por protones, neutrones y electrones. Según el Principio de Heisenberg, no se pueden conocer con exactitud algunas propiedades variables del electrón. Así, la ecuación de Schrödinger da un 90% de acierto a saberlo, pero también, depara problemas muy grandes, mismos que se explican con el experimento que ha trascendido como la "paradoja de Schrödinger". En una caja totalmente cerrada, cuyo interior no puede verse desde afuera, tenemos a un gato junto con un detector de radiación, el cual puede accionar un mecanismo para destapar una botella con gas venenoso. Se pone en la caja un átomo de alguna sustancia radiactiva para que, en el momento en que se produzca la emisión, se desencadene el mecanismo que matará al gato. De acuerdo con la interpretación favorita de Bohr y Heisenberg, mientras nadie observa lo que sucede dentro de la caja, el átomo está simultáneamente en dos estados: emitió [y no] radiación y, por tanto, el gato está vivo y muerto a la vez. Únicamente cuando se observe lo que sucedió en la caja, es como se definirá el destino del félido. 

Lo anterior se debe a que hay una propiedad de los electrones de poder estar en dos lugares distintos al mismo tiempo (superposición). Mientras la caja no se abra, habrá incertidumbre; pero al abrirla, perturbamos el estado de superposición y es cuando veremos si el gato vive o si ha muerto. Es importante remarcar que la superposición únicamente aplica a partículas subatómicas. De hecho, en un experimento realizado en 1996 en la Universidad de Boulder, Colorado, se utilizó un átomo ionizado de berilio, en lugar de un gato. Se aisló ese átomo para colocarlo en una trampa electromagnética. Por medio de láseres acoplados a las frecuencias del átomo, se influyó sobre sus electrones para ponerlo en dos estados distintos a la vez, en analogía al gato vivo y muerto. Posteriormente, se separaron esos dos estado para comprobar que se ubicaran en dos lugares distintos. La conclusión de los físicos fue que el mismo átomo en dos estados distintos se había separado una distancia de 80 millonésimas de milímetro.