No es ningún secreto que para millones de personas, los perros son algunas de las criaturas más adorables, quizás las más adorables, del planeta.
No quieren nada más que amarte y ser tu mejor amigo, y sus corazones son tan grandes que se harán amigos de cualquiera, sin importar quién seas o de dónde vengas.
Es por eso que cuando un perro querido fallece, deja un dolor tan terrible. Es la pérdida de un miembro de la familia, un verdadero amigo.
Hoy en día, las personas conmemoran a sus perros de muchas formas conmovedoras, como la familia que convirtió las cenizas de su perro en un árbol hermoso y vibrante que podrían apreciar en los años venideros.
Algunos podrían pensar que este trato a los perros, como miembros de la familia, es una costumbre moderna, pero eso no podría estar más lejos de la verdad.
Los seres humanos y los perros han tenido una relación cercana y muy especial durante miles de años, y la gente ha querido a sus amigos peludos durante el mismo tiempo.
Caso en cuestión: en la antigua Grecia y Roma, la gente enterraba y conmemoraba a sus perros como lo hacemos hoy. Los arqueólogos han encontrado estos monumentos, completos con conmovedores mensajes personales sobre sus perros y cuánto enriquecieron sus vidas con ellos.
