En los ojos un problema muy común es la protrusión de las glándulas del tercer párpado, mal llamado ojo de cereza, y que es ocasionado por un problema infeccioso en la conjuntiva del paciente. En este caso, la glándula, que no debe estar en contacto con el medio ambiente, se sale de su lugar debido a un problema en las estructuras que la sostienen (se trata de un defecto congénito). El detalle es que si se extirpa esta glándula se puede ocasionar un padecimiento llamado queratoconjuntivitis seca (inflamación de córnea, conjuntiva y falta de lagrima), lo que causa ojo seco. El manejo de esta condición es quirúrgico, pero sin la extirpación de la glándula.
La glándula mencionada del tercer párpado produce más del 50% de la lagrima del ojo, por ello es de vital importancia no retirarle mediante cirugia. A esta condición le sigue el problema de tipo inmunomediado, es decir, el paciente crea anticuerpos contra sus propios tejidos.
