En el caso de que tus mascotas pequeñas sean aves y tengas de los 2 géneros, el primer paso es colocar al macho en una jaula , para que se acostumbre a ella y la reconozca como territorio propio. Un par de días después, cuando se le vea confiado y cante, se debe meter a la hembra en la jaula. El macho la cortejará hasta que ella lo acepte; luego se aparearán. La hembra comenzará la preparación del nido, para los cual buscará material dentro de la jaula y, también, se arrancará plumas. Una vez preparado el nido, la hembra pondrá los huevos (normalmente son cuatro). Durante la incubación, ella solo abandonará el nido por unos instantes para hacer sus necesidades fisiológicas. El macho le llevará los alimentos a la cama. Si los huevos empollan, ya te has convertido entonces un buen amo de pájaros. En caso contrario, no te desalientes. La pareja hará todo los posible para que nazca la próxima nidada. Sólo hay que esperar.
Si tu mascota es una cobaya de pelo largo, la cual proviene de una especie salvaje propia de las montañas del Perú y de allí fue traído a Europa por marineros holandeses poco después del descubrimiento de América. La especie doméstica se encuentra distribuida por todo el mundo y no tienes que preocuparte mucho por su actitud, ya que es un animal muy sociable, se oculta durante el día para salir al ponerse el sol. De costumbres gregarias, vive en colonias más o menos numerosas aunque sin formar madrigueras y no le gusta alejarse mucho del sitio que habita. Es manso, afectuoso, dócil, fácil de domesticar y nunca muerde. Finalmente debes de darte cuenta de que cuando la cobaya está contenta, tiene hambre, miedo o quiere comunicarse con sus compañeros, silba y emite pequeños gritos fácilmente audibles.
