Primero que nada entender la psicología canina, comprender cómo el perro asimila el mundo y por qué hace las cosas; esto ayuda a entender su mismo idioma y a corregir conductas no habituales. Es importante la obediencia básica, se enseña al perro a sentarse, tumbarse, quedarse quiero, prestar atención y salud; la obediencia intermedia es donde el perro debe aprender a ignorar su comida, mantener una posición y transportar o soltar objetos tras una orden.
En la obediencia avanzada se le enseña a andar sin correo, no se pararse del dueño y a que camine siempre junto a él. La quinta etapa es la de Agility, que son prueba de agilidad enfocadas a perros con mucha energía. Finalmente están las pruebas de trabajo, estas habilidades son una especie de formación profesional para los caminos, ya que gracias a ellas ayudan a personas que requieren un apoyo constante en ciertas tareas o se explotan habilidades de los perros (como su sensibilidad olfativa) que el humano carece.
