Ladridos de los perros

Los ladridos constituyen  el enemigo número 1 para los vecinos de los que aman a los perros. El perro ha sido seleccionado para ladrar. En circunstancias muy determinadas él no ladra por ladrar. Desde que el lobo evolucionó hacia perro, ladra. El lobo también sabía ladrar, pero de forma sorda y breve. No tiene nada que ver con las vocalizaciones sonoras y repetidas del ladrido del perro.

Algunos lobos que estaban en contacto con perros ladradores, se volvían más ruidosos. Ello nos indica que esta particularidad ha sido seleccionada por el hombre. La utilidad de los ladridos, desde el punto de vista humano es evidente. Tiene una función de aviso, señalando que un intruso se acerca. Igualmente  permite el seguimiento de la pieza una vez avistada por el perro. Aunque estos ladridos sean molestia para los vecinos, un ladrido es, ante todo, un aviso para el resto de la jauría. En caso del perro doméstico, la jauría es su dueño y cuando el perro ladra quiere decirle, "mirá quién llega" cuando por el ejemplo llaman a la puerta.