Quizá una de las cosas que más nos agradan de ellas es su cola, esponjosa y muy peluda, que puede llegar a medir, según el tipo y la especie, más de 25 cm de largo. Pero no solo es vistosa, le sirve para estabilizarse mientras se mueve, para nadar mejor e, incluso, a controlar la dirección cuando salta de un árbol a otro.
Son roedores delgados y con mucha habilidad. Miden, en promedio, 30 centímetros. Tiene orejas puntiagudas y en ocasiones en esas puntas puede haber algunos pelillos.